domingo, 27 de noviembre de 2011

Quito... sin palabras

Ayer empezó la feria de Quito. Ando en estos días muy liado y casi sin tiempo para escribir. Así que voy a echar mano del refrán que sentencia aquello de "Una imagen vale más que mil palabras".
Y lo que pienso de lo que está pasando en la capital ecuatoriana se resume en el cartel anunciador no de una feria taurina, sino de una película. Sobran las palabras...

sábado, 5 de noviembre de 2011

Un "Maestro" en La Algaba (a Joselito Rus)












Esta tarde, en La Algaba, van a hacer el paseíllo un grupo de hombres de plata, que son oro de ley. Acostumbrados siempre a ver alguien por delante a la hora de romper plaza, hoy serán ellos los que llevarán el peso del festejo. Y además, lo harán homenajeando a Juan José Padilla, "héroe de guerra" de la profesión.

De todos los que torean, entre ellos Jaime Padilla, que le echó dos... pantalones cuando la cornada de su hermano, vaya por delante mi reconocimiento a Joselito Rus. Un tío en la plaza y fuera de ella.

Joselito es de esas personas que se hacen querer. Por su personalidad, por su manera de hacer las cosas, por ese gracejo natural que tiene, capaz de conseguir que la sonrisa aflore en momentos de seriedad.

Tuvo poca fortuna en su época como matador, y no pudo llegar a tomar la alternativa. Después se hizo un hueco entre los banderilleros con fama de buenos. Toreó a las órdenes de toreros como Curro Vázquez y Dávila Miura. Pero su oportunidad verdadera le llegó al colocarse con "Cayetano", que entonces a muchos les parecía que iba a ser el "elegido" (pobres ilusos). Pero el caso es que a Joselito la colocación le vino cumbre para que lo "viese" todo el toreo. Y como estaba cuajado en su oficio, brilló con luz propia su eficacia exenta de alharacas.

Pero a Joselito siempre le picó el torear con la muleta, así que nunca renunció a torear festivales, y lo hacía siempre con alegría, sin el resentimiento que tienen algunos amargados que tuvieron que irse de esto por la puerta de atrás. Pero también tenía la vocación de enseñar, así que una gran sonrisa se iluminó en su cara cuando lo llamaron para dirigir la Escuela Taurina de Jaén, un proyecto que acogió con la ilusión del chiquillo al que regalan el juguete que siempre quiso tener.

Desde que él llegó, la escuela jiennense ha sufrido un cambio radical. Los chavales disfrutan entrenando y aprendiendo. Consiguió el hito de dar una clase práctica, algo que llevaba muchos años sin ocurrir, y metió más de 8.000 personas (ocho mil, que se dice pronto), en la plaza de Jaén, el último domingo de septiembre. Y después, en feria, el día que toreó con Cayetano, con todos sus alumnos en el tendido, dictó una lección de cómo hay que bregar un toro y, en el otro, de cómo se banderillea de verdad.

Y sus alumnos, locos con él. Hasta el punto de que hoy, a La Algaba, van dos autobuses de los grandes, llenos hasta la boca, para apoyar al "maestro". Y si yo no he ido es porque ando de trabajo hasta las manillas.

Pero, aprovechando la ocasión, no podía dejar pasar la oportunidad de rendir homenaje a Joselito, al torero, al amigo, y al maestro. El otro día, uno de sus alumn@s me preguntaba que cómo toreaba Joselito con la muleta, porque por su edad, no lo había podido ver. Y qué mejor para contestarle que estas fotos, hechas una tarde de tentadero en casa de otro amigo, Alfredo García Merchante. Las becerras salieron de lujo, pero es que Joselito Rus, estuvo superior con ellas. Lo mismo que en un festival que se dio hace unos años en Pegalajar, que de ahí es la foto donde aparece con traje corto.

Que se repita hoy, torero, que lo disfrutéis y que, un día más, Juan José Padilla, homenajeado en esa bombonera que es la plaza de La Algaba, se sienta muy orgulloso de haber elegido la profesión más bonita del mundo. ¡¡¡ Suerte !!!