domingo, 29 de marzo de 2015

Con Fino y Curro Díaz en "Torrehandilla" (y II)












Después de los carteles de toros que dejó El Fino, le tocó el turno a Curro Díaz que, como aquella tarde de Utiel salió espoleado por cómo había estado Juan Serrano. Tampoco voy a escribir más, porque un puñado de fotografías explican mejor que nada o que nadie el toreo de Curro. Puro delicatessen...

sábado, 28 de marzo de 2015

Con Fino y Curro Díaz en "Torrehandilla" - Parte I












Sábado previo al Domingo de Ramos. Día de primavera que ni por encargo. Juan Serrano "Finito de Córdoba" y Curro Díaz tentando cada uno un macho en la finca "La Marquesa", donde pastan los de Torreherberos/Torrehandilla. Lo demás, para qué contarlo si las imágenes dicen mucho, pero mucho más que mil palabras. Pues eso, que lo que yo he disfrutado hoy, para mí se queda...

P.S.: En un par de días, las fotos de Curro Díaz, que también ha estado de cualquier manera. 

jueves, 26 de marzo de 2015

Los Ronceles. Jaén vuelve a triunfar en Arnedo





Me ha costado no pocos dolores de cabeza con mis amigos de Arnedo reivindicar que las ganaderías de Jaén no sólo estaban para servir las vacas del Zapato de Plata, sino que en sus dehesas nacían ejemplares que no desmerecían en absoluto con los de otras divisas que se anunciaban en el de Oro. Y otros tantos calentamientos de cabeza el decir en voz alta que había más ganaderías en Jaén que Giménez Indarte para anunciar en marzo. Que sí, que todos sabemos que Enrique Giménez ha metido el hombro en esos tentaderos como nadie, pero se había llegado a un punto en el que la alternancia de divisas era la única fórmula válida para que los ganaderos ofrecieran esas vacas que en los últimos años comenzaban a escasear.
     Y, como si esas plegarias hubieran sido escuchadas y como quiera que Enrique vendió este invierno su ganadería, a últimos de 2014 el veedor Alberto Encinas y después  la Comisión Organizadora se dieron una vuelta por “Santo Domingo”, donde pastan los machos de Los Ronceles, divisa muy joven, aunque de sobrada solera, ya que nace de la partición de la primitiva ganadería de Jiménez Pasquau. Sus dueños son Alvaro, Diego y Curro Jiménez Fernández-Bugallal, hijos del malogrado Francisco Jiménez Pasquau, a la sazón hermano de Juan Pablo, quien llegó a ser presidente de la UCTL.
      La vacada está formada en base a hembras y sementales de encaste Domecq por distintas vías, ya sea Algarra, El Torreón, Casillón, Buenavista o Zalduendo, y en “Santo Domingo” los arnedanos descubrieron una novillada sin picadores preciosa, perfecta para sus fiestas de San José.
     Hace una semana a estas horas todavía no se habían embarcado, y hoy ya podemos hablar de llegar y besar el santo. Porque en Arnedo no regalan nada, y menos las vueltas al ruedo para un novillo. Y ese fue el premio que consiguió el castaño “Rayón-28”, hijo de la nº 178 del hierro de Casillón y de “Jaquetón-10”, que lleva a fuego el pial de Los Ronceles y aparece en una de las fotos de este post. Por cierto, este semental, nacido en 2004, es el más veterano de la vacada, y su reata es tan buena, que el abuelo paterno es “Zíngaro-62” de Jandilla, y el materno nada menos que “Decidor-27”, de Luis Algarra.
    De esa alquimia maravillosa surgió “Rayón”, y también los toros que el próximo Viernes Santo serán lidiados en Benidorm por Finito de Córdoba, Miguel Abellán y El Fandi. Pero antes de que esos seis cuatreños sean embarcados un “hermano pequeño” puso el listón muy alto en el siempre exigente Arnedo Arena. Y yo, por muchos motivos, no sabéis cuánto me alegro. Entre otras cosas, porque una vez más se ha demostrado aquello de que los toros se parecen a quien los cría. Aunque hay excepciones, claro…

lunes, 16 de marzo de 2015

Con Antonio Nazaré en "Toros de Mollalta"










A estas alturas, siempre es un placer conocer una ganadería nueva. Y eso me ocurrió el otro día cuando pisé por primera vez la finca "El Espino", situada en la localidad manchega de Tirteafuera, donde desde hace pocos años la ganadera Inés López Salinas cría sus productos, marcados con la "T" que Borja Prado Eulate fundó para la divisa que anunció "El Toñanejo". Poco después, Prado Eulate vendía la mitad de "Torrealta" junto con este hierro a un industrial catalán, y tras pasar por diferentes avatares e incrementarse su número de reproductoras con vacas de José Luis Marca, acabó por fortuna en manos de Inés. 
Y digo "por fortuna" al ver lo bien cuidados que están esos ganados, lo mismo que se nota el mimo al detalle en todas las instalaciones. Pero esa es otra historia que espero contar muy pronto en este blog, porque además los ganaderos me parecieron de ese tipo de gente con las que hay que quitarse el sombrero.
El caso es que estuve presente en el último herradero del guarismo 4, seguido de un tentadero donde Antonio Nazaré y Ángel Puerta torearon dos utreras y un eral por cabeza. Tentadero con importancia, de vacas bien comidas y erales puestos para lidiarse mañana mismo. No voy a caer en el tópico de contar sólo bondades de cómo estuvieron los toreros. Prefiero que las imágenes hablen por sí solas. Sólo digo una cosa, viendo la forma en que toreó Antonio Nazaré y los méritos que ha hecho en estos años...¿es o no una injusticia mayúscula que se haya quedado fuera de San Isidro?. 
Pues eso, que ya no sirve lo que se hace en el ruedo, que el esfuerzo cada vez tiene menos recompensa y que, por desgracia, se están rompiendo leyes no escritas, pero que siempre se llevaron por bandera en el toreo. 

martes, 10 de marzo de 2015

Veinticinco años...

Cantaba como nadie Carlos Gardel aquello de “Veinte años no es nada”, así que veinticinco deben ser sólo un poquito más. Para muchos, toda una vida, porque hace un cuarto de siglo no habían nacido muchos de los que leerán estas líneas. Eran tiempos más simples, sin redes sociales, donde la información había que trabajársela y estaba muy lejos de un simple click en el teclado para entrar en internet. Tiempos lejanos, donde los que estábamos empezando un camino pensábamos que el esfuerzo siempre llevaba a la recompensa. Por desgracia el paso de los años nos ha dejado claro que son otras las vías que llevan arriba, y los que se orientaron pronto de eso fueron los que más progresaron.
     Viene todo esto a cuento, porque hoy hace un cuarto de siglo, veinticinco años, la tarde del sábado 10 de marzo de 1990 debutaba con picadores en Andújar mi amigo Pepín Rubio. Ha pasado tiempo, mucho tiempo, y lo recuerdo como si fuera hoy mismo. Aquella conversación con Fernando Cámara, novillero puntero, esa misma mañana, aquel deseo de suerte a Pedro Luis Flores Benayas, entonces a la sombra de Daniel y Pedro Flores “Albarrán” y hoy timonel de la vacada. Y aquella cara de ilusión de Pepín, vestido de celeste y oro con remates negros antes de hacer el paseíllo. Y la de alegría después de cortarle dos orejas a “Ventanero-68”, de marzo del 87, e hijo de aquel semental cumbre que se llamó “Rivereño”. Una faena que brindó a Francisco Ruiz López “Curro”, su apoderado, el impagable mecenas que durante tantos años tuvieron los toreros de Andújar.
     Pasaron los meses y Pepín se curtió en el Valle del Terror/Honor, quizá demasiado pronto, y fue a Madrid en una fecha donde había mucho que perder y poco que ganar. Pasaron los años, se hizo banderillero y comprobó en carne propia el daño que los tuneleros empezaban a hacer en el toreo. Le dieron fuerte los toros, y harto de aguantar se quitó, pero antes de hacerlo aún dio una gran tarde de toros con capote y banderillas en su despedida, que fue en Andújar. Cosas de la vida, el último día en la misma ciudad que el debut…
     Se fue, pero no amargado como otros. Hoy en día se puede hablar de toros con él, porque tiene los pies en el suelo y la cabeza bien alta. Sin pájaros en la cabeza de esos que a muchos le hacen creer que fueron lo que nunca ni apuntaron ser. Yo llevo con orgullo ser su amigo, y hoy, veinticinco años después, he recordado aquella tarde luminosa casi de primavera en que Pepín debutó con caballos. Aquel niño, hoy hombre, que no pudo ser figura del toreo, pero que lo es como persona.



P.S.: No sé si cualquier tiempo pasado fue mejor pero, la verdad, aquellos me gustaban más, mucho más que estos que corren.