viernes, 14 de diciembre de 2012

Navalrosal, allá donde los toros siempre humillan (y II)









Os contaba en la primera parte de este post cómo habían humillado y la duración que habían tenido los tres cuatreños de Navalrosal que el lunes pasado se torearon en la finca. Qué no durarían, que después de, literalmente, hartarse los matadores de pegarles muletazos, salieron varios novilleros a seguir toreándolos. Y a alguno de los toros, incluso fueron dos noveles los que llegaron a ponerse delante, porque los animales duraban, y duraban y duraban. Vamos, como uno de los toros, cronometrado, estuvo casi media hora embistiendo a la muleta. 
Dos de ellos están aún sin picadores y vinieron acompañando a Eugenio de Mora. Son José Serrano e Ignacio Olmos, cuyas fotos son, respectivamente, las tres centrales y las tres inferiores que sirven para ilustrar este post. El otro, con picadores, es Tomás Campos, flamante ganador del "Zapato de Oro" de Arnedo este año y gran amigo de la casa "Navalrosal", que para eso es de Llerena. Se acercó Tomás a ver el tentadero acompañado por Manuel Larios, pero acabó cogiendo los trastos e instrumentando muletazos tan buenos como los tres que encabezan este post. Por cierto, que cuando se acabaron los toros se soltaron unas cuantas vacas muy viejas que también iban a matadero. Unas se acordaron antes, otras después, pero la última, con casi veinte años, parecía que estaba virgen, y Tomás Campos se puso las botas con ella. Después llegó la candela y la tertulia, con gente que sabe tanto de esto como Luis Carlos Aranda, Julián Zamora o el séneca cordobés Pepe Reyes. Pero esa parte ya pertenece a los ratos secretos del campo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grande los pases de J.L Serrano torero toledano q esperamos q nos de muchas alegrías

ERME