Me sigue llamando la atención
cómo en el mundo del Toro (así, con mayúsculas) pasan desapercibidas historias
que en el deporte darían gran juego. Por ejemplo, la ocurrida hoy en Bilbao,
donde se ha lidiado el segundo macho parido por la vaca “Cobradiezmos”, marcada
con el nº 818 del guarismo 09 (o sea, ahora tiene ocho años), y que, sí, fue la
que parió al maravilloso ejemplar que indultó Manuel Escribano en Sevilla el 13
de abril de 2016. Y, sin embargo, absolutamente nadie ha investigado el tema. Es
más, ni siquiera ha habido curiosidad por preguntar en qué tocaba el sexto de
hoy “Cobrador”, con aquel toro de Sevilla, a pesar de tener nombres tan parecidos.
"Cobradiezmos-37", al poco de ser indultado
Aquel ejemplar, aparte de hacer
leyenda, tenía una historia curiosa, por cuanto era hijo de “Jaquetón-6”, que entró
a padrear el invierno en que pasaba de eral a utrero y después fue lidiado por
Antonio Ferrera en Huesca el 11 de agosto de 2013 tras haber engendrado un
puñado de hijos, concretamente ocho machos y seis hembras, todos ellos del guarismo 12. Estos animales,
hermanos de padre de “Cobradiezmos”, tuvieron un destino dispar. Por ejemplo, uno
acabó siendo semental de la ganadería, alguno se lidió en plazas de tercera
como Cieza, otro entregó su bravura en Sevilla el mismo día que “Cobradiezmos” obtenía
el perdón de la suya y, por último, el más destacado fue “Planteadito”, para el
que se pidió el indulto con fuerza en la pasada feria de Logroño tras haber
sido cuajado por El Cid.
"Jaquetón-6", lidiado en Huesca 2013 y padre de "Cobradiezmos-37"
Pero quedaban los
hermanos de madre, a los que iba a ser mucho más difícil seguir la
pista. La primera vez que Victorino Martín García declaró que en su casa
no se volvería a lidiar ningún animal con el nombre de “Cobradiezmos” fue en una entrevista que le hice para
los pasados extras ganaderos de 6Toros6. Eso quería decir que, de haber alguno
más, su propietario le cambiaría el nombre. Eso, junto a que la vaca era de la
reata que empieza por el prefijo “Cobra…” de gran solera en la casa, hacía
difícil saber a qué plaza irían los hermanos –en caso de haberlos-, porque
probablemente habría varios animales cuyo nomenclatura comenzara así. De hecho, hace unos días
se lidió en Béziers uno llamado “Cobrapleitos-64”, y alguno creyó ver ahí el hilo del que
tirar.
Declaraciones de Victorino Martín a "6Toros6", febrero de 2017
Sin embargo, la respuesta estaba
por otro lado y a esas alturas ya estaba reseñada para Bilbao, plaza para la
que se embarcaría el nº 83 del guarismo 13, nacido justo un año después del primer “Cobradiezmos”
y segundo parto de una vaca que en 2014 quedó vacía y en 2015
tuvo por rastra una hembra. Sólo que, siguiendo el proceder que había anunciado Victorino, el
toro ya no tenía su nombre original, sino que había sido “rebautizado” como “Cobrador”.
Yo llevaba año y pico
siguiéndole la pista, justo lo que hace que me enteré de este secreto del campo bravo. Y
me pareció un gesto de señorío de Victorino con Las Ventas, plaza que se lo ha dado todo,
que lo reservara para la corrida de San Isidro de este año. Hasta Madrid viajó
“Cobrador/Cobradiezmos”, estando prevista su lidia el 6 de junio. Pero… algo ocurrió (no
se sabe bien qué por la vergonzosa situación de la plaza de Madrid, donde las actas de
reconocimiento tienen carácter de secreto de estado) el nº 83 volvió al campo. Pero su destino estaba claro que estaba en una plaza importante.
"Cobrador-83" ("Cobradiezmos") cuando estuvo reseñado para San Isidro 2017
Continué pendiente de él, hasta que en esa web modélica que tiene su
ganadería lo vi reseñado para Bilbao. Y esta mañana estaba deseando que se
publicara la hoja del sorteo para comprobar a quién le había tocado. No diréis que no hubiera sido un guiño del destino que cayera en suerte a Manuel Escribano, que
era quien había indultado a su hermano. Pero no, le tocó a Paco Ureña y sus hombres
decidieron que saliera en último lugar.
"Cobrador-83", fotografiado unos días antes de embarcarse para Bilbao
El resto, ya lo sabéis. “Cobrador/Cobradiezmos”, que morfológicamente no se parecía a su hermano,
ha sido devuelto esta tarde por blandear, no excesivamente, y nos quedamos con
las ganas de saber cómo hubiera sido, aunque empujó de bravo en el único puyazo que tomó. Cosas de la vida, los dos machos paridos
por la 818/09 saltaron a una plaza, pero ninguno de ellos murió muerto a
estoque. Uno pasa ahora días de gloria en tierras extremeñas cubriendo vacas;
el otro ya habrá sido apuntillado a estas horas en la sórdida oscuridad de un chiquero en la plaza de Bilbao. Así es
el destino. Pero, aún siendo triste el fin de esta historia, no podía por menos
que contarla, y más después de haber estado siguiendo al toro y aguantando el
secreto durante cerca de año y medio hasta que por fin se ha lidiado. Eso sí, espero que Victorino Martín
García, que hoy ha soltado una corrida con varios animales de mucha nota en
Bilbao, no me tire de las orejas por haberlo desvelado.