Viene este post a colación de una entrevista hecha por Pablo G. Mancha al ínclito Tomás Prieto de la Cal, erigido como "autosalvador" de la sangre Veragua, en la que daba estopa a todo lo que olía a Domecq y que, claro, ha levantado la polémica normal en estos casos.
Como, por suerte, Dios me dio buena memoria, recordé que en una novillada lidiada hace más de veinte años en Jaén, por San Lucas, se anunciaban novillos de Tomás Prieto (procedencia de Juan Pedro Domecq) (sic). Buscar el cartel ha sido cuestión de un minuto, y de paso, he recordado también que en los programas de mano venía escrito así, pero en los murales se decía "Procedencia Torrestrella". En aquella época se comentaba que Prieto de la Cal ("jamás he cruzado con nada"), había echado a las vacas un par de sementales de D. Alvaro Domecq. Es más, yo tenía buena amistad con los tres toreros que la estoquearon y a sus apoderados, a la hora del sorteo, les dieron como cierto que así había sido.
Pero, a lo que vamos, que es lo importante. Aquí la historia es que quien ahora echa pestes de todo lo que tiene que ver con Domecq, dejó que en una feria importante de final de temporada se anunciaran sus animales como procedentes de "Juan Pedro Domecq" en unos carteles y de "Torrestrella" en otros. Y no protestó en absoluto, ni puso el grito en el cielo, sino que dejó correr la historia, sabedor de que así su ganadería iba a ser mirada con buenos ojos.
Ahí está el cartel como prueba. Yo sólo sé lo que en él está impreso. Sin comentarios...